Nada justifica la nueva derrota del Betis en el campo de su máximo rival. Otro derbi mal jugado, sin la intensidad adecuada, sobre todo, cuando juegas con un rival muy inferior. Pero no se puede evitar hablar de que otra vez, sí, otra vez, el equipo verdiblanco es atracado en el Sánchez Pizjuán. El penalti que se ha inventado el árbitro es un escándalo más de los que llevan cosechados contra el Betis los hombres que designa el sevillista Medina Cantalejos, obsesionado con que su equipo no descienda y  haciendo todo lo posible para  que su rival no se meta otro año más en Europa.

Pero como decíamos al principio, ni eso justifica una  nueva derrota en el derbi. El club debe mirar esta situación para que no se repita más. Ni la suerte ni los árbitros de Medina deben poder con el Betis. A todo cerdo le llega su San Martín-